Todos los coches de época expuestos eran italianos, Alfa Romeo y Fiat, excepto un R4 francés, adquirido en los años 40 y 50 por Comm. Ricci. “También hemos reconstruido un antiguo garaje-taller donde hay una desmontadora de neumáticos de 1945”, explica Renato Ricci, “reliquias raras y únicas, que he recogido, conservado y restaurado”. Una segunda parte está reservada al ciclismo y al Trofeo Matteotti, una carrera con una historia, un recorrido y un palmarés que hacen envidiar al Giro de Italia. Entre las mejores piezas -pertenecientes a los grandes campeones que participaron y ganaron la clásica de Pescara- se encuentra la Bianchi de 1946 con llantas de madera de Fausto Coppi y el maillot del “León de Mugello”, Gastone Nencini.

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