En la actualidad, el Centro Storico alberga una colección de coches, recuerdos, maquetas y carteles publicitarios que abarca toda la historia de la empresa. Desde el primer automóvil, el 3½ Hp, hasta el impresionante ‘Mefistofele’, que batió el récord mundial absoluto de velocidad en 1924. Y luego están el primer tractor, el Fiat 702 de 1919; el camión 18BL, que motorizó a las tropas italianas en la Primera Guerra Mundial; la Littorina, protagonista del transporte ferroviario a partir de los años 30; y el caza G91, el avión diseñado por Giuseppe Gabrielli y adoptado más tarde por la OTAN.
El recorrido, en el que es posible toparse con motores de barcos Fiat, bicicletas, frigoríficos y lavadoras, serpentea a través de la reconstrucción de algunas de las fábricas que simbolizan la historia de la empresa y los cambios en la forma de trabajar.
El mismo edificio alberga también el archivo de la empresa, que puede consultarse previa cita: más de 7.000 metros lineales de documentos en papel, 400.000 dibujos técnicos, 5.000 volúmenes y revistas sobre automovilismo e historia industrial, más de 6 millones de imágenes (grabados, diacromías, placas y negativos), 200 horas de películas históricas. De especial interés es el fondo del diseñador Dante Giacosa, el “padre” de los coches pequeños -el Topolino, el 600, el 500- que motorizaron Italia.
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